sábado, 23 de junio de 2012

Se viene un #Rodrigazo?


Algunos colegas de este ambito laboral, viven obsesionados buscando similitudes. En cuanto encuentran alguna, se convierten en una amenaza. Comienzan a elaborarla y exportar "buzz" (rumor). A esta altura usted se imaginara donde llega primero ese "buzz". 
En términos históricos y teniendo en cuenta el actual contexto internacional, la economía Argentina sigue presentando los mejores fundamentals macroeconómicos, comparados con cualquier etapa previa a la inaugurada por Néstor Kirchner.
La relación deuda pública/PBI  es algo menor a 18.5%, las necesidades de financiamiento en comparación con cualquier época contemporánea son bajisimas.
El sistema financiero esta realmente sólido, con una morosidad sumamente baja, no existen descalces de monedas ni de plazos y los capitales mínimos son los adecuados.
Lo más importante aun para los economistas exclusivamente monetaristas, es que el grado de monetización de la economía argentina sigue siendo elevado, el M2 Privado sobre PBI representa 14% y el M3 sobre PBI es 20%.
Aunque descendieron los depósitos en dólares, se devolvieron y devuelven en dólares, y por el lado de los “pesos”, no existe fuga ni caen los depósitos. Es importante destacar que a pesar de las tasas record de consumo que experimento la Argentina en estos años, el grado de endeudamiento de las empresas y las familias es bajo.
El nivel de reservas del BCRA esta consolidado hace varios años en 46/47 mil millones de dólares (habiendo cancelado deuda), el saldo de la balanza comercial proyecta otro superávit record de 14 mil millones de dólares para 2012.
La desaceleración que viene experimentando la tasa de crecimiento no tuvo repercusiones negativas en términos de niveles de ocupación, que siguen en un nivel elevado. El salario real en el conjunto de la economía, continuó su tendencia alcista. Venimos de varios años donde se registró un significativo incremento de la productividad del trabajo, como resultado del elevado nivel inversión, cuyo crecimiento superó el aumento del salario real hasta 2011. Esta realidad confirma que la suba del salario real no ha sido el factor que impulsó la inflación “de supermercado”.
Por efecto de la crisis del euro, el tipo de cambio real bilateral respecto del dólar estadounidense mostró una marcada mejora en estos últimos dos meses, potenciada por el proceso de revaluación que esta moneda esta experimentando a nivel internacional (desde 1.42 hasta 1.25 dólares por euro). El tipo de cambio real multilateral, calculado en función de las monedas de los diez países más importantes para el comercio exterior de Argentina, exhibe todavía una disminución menor de competitividad con respecto al dólar. Su nivel resultaba en Diciembre de 2011 (41,2%) superior al nivel de Enero de 1999.
Si bien, la formación de activos externos del sector privado mostró valores muy elevados a lo largo de 2011, a partir de las elecciones presidenciales, las diversas medidas implementadas lograron reducir radicalmente estos flujos de divisas que fugaban del sistema.
Evidentemente la situación Argentina en 2012 no es comparable con la de 2010, pero tampoco con la de 1975. Aunque hay mucho malhumorado hablando de “Rodrigazo”, comparar los problemas económicos de aquella época con la situación actual, luce extravagante. Los problemas que afectaron aquel tiempo no son los mismos con los cuales están preocupando a la gente y generándoles incertidumbre a los inversores y empresarios.
Como diría un marxista en referencia a la revolución, no están dadas las condiciones objetivas ni subjetivas para reeditar un plan tan calamitoso como el “Rodrigazo”.
Finalmente las tres diferencias más importantes con 1975 no son económicas. 1) La política económica no se les cede a los economistas de ningún signo-ni heterodoxos ni ortodoxos-; 2) Cristina Fernández de Kirchner no es “Isabelita”, 3) No existe López Rega para darle soporte a un análogo insensato de aquel precursor de “La Doctrina del Shock”

1 comentario:

Unknown dijo...

Buena análisis Pablo. Coincido en que estos tipos agitan aguas de hiperinflaciones, estanflaciones, etc en un contexto donde nada indica todavía que los puede haber.
De dónde obtenés los datos de la evolución del salario real y de la productivdad media?