lunes, 13 de junio de 2011

Politicas sociables, civilizadas y cordiales con la gente

Decisiva y convenientemente hoy, la estrategia de casi todos los paises se parece a la política económica que permaneció desde pos guerra, hasta la segunda mitad de la década del setenta. Se ha instalado un enfoque de fuerte orientación keynesiana, y si bien su aplicacion ha sido prudente, lo fue mas por necesidad, que por virtud.

Las universidades que dominaron el clima intelectual desde 1976 hasta 2008, influyeron decisivamente el accionar de los gobiernos del mundo. Estas altas casas de estudio excluyeron a Keynes de la enseñanza con descalificaciones absurdas.
¿Pero porque lo hicieron, en qué consiste la política Keynesiana?
Naturalmente, en impulsar con políticas activas el gasto agregado. De pronto en 2008, los gobiernos de EE.UU. y el Reino Unido, creyeron que las políticas monetarias y fiscales expansivas seguian siendo eficaces para aumentar el nivel de actividad y el empleo, tal como lo creyó el gobierno argentino luego del colapso neo liberal. Obviamente la eficacia de las políticas activas para afectar la economía real puede disminuir con el paso del tiempo, como se suele mencionar,-para rebajar su idoneidad-.
A tal intimidación Keynes indicaba: “en el largo plazo, estamos todos muertos”… En Argentina, se insistió 8 años en aplicar políticas expansivas, y se termino logrando mejoras espectaculares en términos de crecimiento de PBI (80% acumulado) y empleo (la desocupación cayo de 23% a 7.3%); dejando de pagar el alto costo que acarreaba siempre la recesión; padecimiento que aporto el monetarismo y la liberalizacion incondicional de la economía, desde mediados de la década del setenta,-aunque con intermitencia*-. Por entonces, los gobiernos trataron de morigerar la suba de la tasa de inflación, apelando a las políticas recesivas que implicaban apertura unilateral de los mercados, liberación para el ingreso y salida de capitales, privatizaciones, etc.
En ese contexto, desde 1976-en forma discontinua*- se instalo con la ayuda de los medios, un importante “cambio de paradigma intelectual”, si bien esas teorías en Argentina, nunca fueron del todo efectivas. A la hora de traer confianza en cambio, provocaron fuertes desequilibrios macro económicos y fuga de capitales, generando pingues ganancias para pocos y considerable dolor para muchos.
Desde hace 8 años, las expectativas que se ha formado el sector privado sobre las políticas públicas activas, han hecho que las mismas resulten exitosas al momento de afectar la economía real. Por el contrario, desde la era “Adolfo Diz y los Chicago boys”, nunca se logro estabilidad, pero “se comunicó la idea” de contar con un BCRA independiente, cuyo objetivo real, consiste en lograr una suerte de republica economico-financiera independiente del gobierno local.
En 2008 se desnudo en el mundo la realidad de las políticas “pro mercados” y la reputación de los gobiernos que guiaron la formación de esa verdadera catástrofe, de la cual todavía no se puede salir.
El “cambio de paradigma-hacia el monetarismo y las economías pro mercados-en el mundo, condujo a un período de 30 años que se llamó ilusoriamente “de la gran moderación”, porque en realidad, dio lugar al peor caldo de cultivo para lograr una crisis moral, económica y social; caracterizada por alto crecimiento económico y estabilidad de precios, pero combinados con concentración del poder económico y mayor inequidad social.
El fracaso o descubrimiento de “las recetas monetaristas” y la instalación del actual paradigma, no ha dado lugar a ninguna discusión académica; mas bien, ante semejante bochorno, los arrogantes padrinos de aquellas verdades inapelables, desaparecieron. En un contexto donde resurgió John Maynard Keynes, quien se había convertido previamente en una especie de agente comunista de la KGB, no había muchas voces que se atrevieran a defender el maremágnum internacional, frente a las soluciones keynesianas.
En la Argentina, la ausencia total de un debate obedece al enorme desprestigio alcanzado por los defensores del neo liberalismo vernáculo-comunicadores y profesionales beneficiarios-, quienes no acertaron ningún pronóstico catástrofe o maldicion durante los últimos 10 años. Esto claramente les hizo rehuir de los medios y ser excluidos del debate intelectual, como lo fue la heterodoxia antes de 2008. Esto no me parece bueno ni entretenido. 
Con el actual panorama de Argentina, elecciones mediante, lo más probable es que continúen las políticas fiscales y monetarias sociables y civilizadas, a las que se seguirá adicionando un empuje extra, proveniente de la política de ingresos que también acaso siga siendo cordial con los asalariados y jubilados.
* La intermitencia en la aplicación de estas políticas estaba dada por el grado de perturbación social que ocasionaban con el trascurso del tiempo.

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