viernes, 10 de septiembre de 2010

Recuperacion mundial, dudas

Argentina complementa una enorme liquidez global, con más flexibilidad en las metas del programa monetario del Banco Central; de esta manera, garantiza cierta expansión monetaria adicional, preventiva y necesaria para respaldar las actuales tasas de crecimiento domestico.
Mientras en EE.UU. y Europa, existen chances de una nueva y fuerte desaceleración de la actividad económica, en nuestro país la inflación da signos de contención, tal vez porque los que producen y venden han llegado ya muy lejos con los aumentos de precios.

No obstante, la flexibilidad en las metas monetarias ratifica la decisión política del gobierno de no enfriar la economía. Aun si aconteciera una desaceleración económica internacional, y con los actuales niveles de inflación, nada podría persuadir a las actuales autoridades de aplicar políticas de estabilización, ni recetas "pre default", fogoneadas por el elenco estable de los economistas más inclementes. Del mismo modo que cuando Martín Redrado presidía el Banco Central, Mercedes Marco del Pont tampoco ha revelado consternación por el rudimento inflacionario, inclusive ha expresado estar dispuesta a convalidarla, antes de aplicar subas de tasas de interés o esterilización monetaria.
La fuerte desaceleración de la tasa de crecimiento del PBI de EE.UU. (1.6% en el segundo trimestre de 2010) genera alarma y consternación, hablo diariamente con ejecutivos del norte que temen por las ventas de los próximos dos trimestres, incluyendo thanks given y christmas.
No es un dato menor que el PBI estadounidense de crecer a un ritmo anualizado de 3,7% en el primer trimestre, pasó a 1,6% en el segundo,-la disminución de la velocidad en la tasa de crecimiento es de 56.76 en términos porcentuales-. El consumo americano se ve apremiado por el nivel de desocupación que persiste y no cederá en los próximos trimestres, al mismo tiempo que el efecto riqueza negativo y la nueva actitud de cancelar deudas recargadas, comienza a retirarle recursos potenciales al gasto privado.
Si los precios no mejoran, a los actuales niveles de tasa de ahorro, los consumidores americanos necesitarían quince años para recuperar la riqueza que disfrutaban antes del colapso de Lehman Brothers. En el extremo occidente, Europa es como una 4x4 que tiene “caja automática”, la maquina marcha en dos velocidades: Alemania puso primera y crece el segundo trimestre de 2010 al 9% anualizado, impulsada por la debilidad del Euro y su efecto sobre las exportaciones. En cambio los (PIIGS) circulan “marcha atrás” y cuesta arriba, ya que cuando crecieron en los años de jolgorio, lo hicieron sobre bases artificiosas que hoy no se encuentran presentes. En el viejo continente, la recesión de los “nuevos pobres”, no nos anticipa donde se encontraría el final del túnel, ni que impacto producirá en los otros que aun hoy, aunque a tasas modestas, se recuperan.
En síntesis, titubea la recuperación mundial.
Era obvio que los estímulos monetarios y fiscales no se situaron hasta el cielo-ese nirvana puede llegar pronto-, pero entonces no era sustentable, y ahora se necesita desesperadamente blanquear la necesidad que China desarrolle su propia demanda doméstica para impulsar el crecimiento de Estados Unidos, y los PIIGS (Irlanda, Inglaterra, España, Grecia y Portugal)
Obstáculo primordial: la trampa del ganador del torneo (China).
El chasco consiste en que el secreto del éxito estratégico de China de los últimos 30 años, ha radicado en un Yuan devaluado y mano de obra infinita que introdujo exportaciones a los países de mayor grado de desarrollo económico-hoy amenazados-.
Si bien el stock de divisas y bonos del Tesoro ahorrado por China es importante; me pregunto:
Que sucederá si se frena el flujo-superávit de divisas-que alimenta un crecimiento promedio entre 8% y 9% anual, con los mil millones de chinos requete pobres que estan esperando su turno para entrar a la cancha?

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