domingo, 28 de agosto de 2005

Holdouts Italianos

Cerrado el canje, la deuda soberana sigue conservando acreedores que resistieron el acuerdo. Por lo tanto resulta pertinente presentar una propuesta que resuelva los problemas de aquellos bonistas que no han entrado al canje.
Para el FMI sostener la recuperación observada en la economía argentina, implicaría orientar importantes reformas de tipo estructural que el gobierno argentino no comparte ideológicamente.
Para afianzar la economía el presidente Kirchner, puede acudir a una propuesta ingeniosa, aprovechando el acercamiento político que ya comenzó la cancillería. Siempre es beneficioso prescindir de la vía judicial como sistema de ajuste de controversias.
Dado que no existe tampoco vocación política de encarar reformas estructurales, es necesario considerar que, una vez consumido el “out put gap”, que nos permitió crecer a tasas fenomenales; necesitamos nuevas inversiones que impidan abortar el proceso de recuperación iniciado hace tres años.
En materia económica, a veces parece que no existe nada más que hacer reformas estructurales o sostener la competitividad exportadora interviniendo en el mercado de divisas.
Tener enfrente a 200.000 “holdouts” italianos con US$ 8.000 millones en bonos, nos da una oportunidad sin precedentes para rescatar una parte importante de la deuda remanente y extender la oferta extendiéndola, a la vez de impulsar las exportaciones argentinas. Si nos quitamos los prejuicios conservadores e instalamos una estrategia comercial consistente, esta circunstancia imprevista puede establecer un fundamento nuevo para la reestructuración de deudas soberanas a nivel internacional.
Sintéticamente, la propuesta consiste en plantear con los bancos y ahorristas italianos (eventualmente alemanes y japoneses) la formación de un (Distress Debt Fund-“DDF” o fondo para deudas en situación irregular). De esta manera el “DDF” compuesto por nuevos bonos emitidos por bancos italianos (eventualmente alemanes y japoneses), rescatará la totalidad de los títulos argentinos en default de sus conciudadanos. El canje se realizará al 100% del valor nominal, igualándolo al BONO PAR*.
A cambio de los bonos que emite la banca italiana para los “holdouts” (eventualmente alemanes y japoneses), Argentina les otorga a los bancos intervinientes, otro nuevo BONO similar al bono PAR*, que los bancos italianos (eventualmente alemanes y japoneses) podrán ofrecer a las empresas italianas con presencia actual, o interés de ingresar al mercado argentino. Los mismos serán aceptados como crédito fiscal, al valor de cotización de mercado, para producir y exportar desde Argentina. La oferta mejora para las empresas italianas (eventualmente alemanes y japoneses), cuando además se le asigna un cupón de renta en concepto de comisión de éxito adicional por las nuevas exportaciones comprobadas que se realicen.
Asistiendo solidariamente a sus conciudadanos, las corporaciones y los bancos italianos (eventualmente alemanes y japoneses), comienzan un proceso de inversión en Argentina complementando la reestructuración de una deuda sin precedentes y reconciliando las imprescindibles relaciones internacionales.
Argentina rescata los bonos italianos (eventualmente alemanes y japoneses) que quedaron fuera del canje, atrae inversores internacionales y modera al FMI, pero lo hace con soluciones que atienden objetivos propios, producción exportable y empleo argentino.
El país garantiza la sustentabilidad de una economía que paga con el crecimiento agregado de sus exportaciones. Una solución sólida y sin conflictos ideológicos que da respuesta para los “holdouts”, y consecuentemente evita los juicios internacionales, disminuyendo riesgos contingentes. El “Distress Debt Fund” es además, la llave de arranque para potenciar exponencialmente el comercio argentino italiano (eventualmente alemanes y japoneses) y conquistar clientes tradicionales foráneos de exportadores expertos y exitosos. Será esta una reconciliación formidable, convertiremos enemistados acreedores, en socios activos de nuestro crecimiento.
* Los bonos PAR tienen 0% de descuento nominal, pagarán una tasa anual de interés creciente del 1,33% en los primeros 5 años, del 2,50% entre el año 6 y 15, del 3,75% del 16 al 25 año y del 5,25% en adelante. La amortización es semestral y comienza en 2029, la fecha de vencimiento del bono es 2038, la moneda de emisión de este bono será pesos, dólares, euros, o yenes y el tope de emisión estaba previsto que sería de US$ 15.000 millones en caso de una aceptación que superara el 70%
*Economista del GRUPO HACER http://www.hacer.com.ar/

viernes, 12 de agosto de 2005

Reflexiones sobre China

Sanseacabó, China cedió ante las presiones de los países más desarrollados y revaluó su moneda 2.1%. Aunque la corrección cambiaria es mucho menos de lo anhelado, con anterioridad a esta decisión, los pronósticos que presentaban los mercados y gobiernos de los países ricos auguraban dilaciones en el tiempo imposibles de determinar. La promesa para el futuro es un enlace consistente con un nuevo sistema cambiario más flexible, que está conectado con una canasta de monedas, como en algún momento se planteó en la Argentina- 2001-. Momentáneamente, la proporción de la valoración del Yuan es insuficiente y el hecho no anuncia profundas transformaciones en el escenario internacional. El suceso descubre que ninguna institución u organismo económico esta al corriente de lo que China piensa hacer y mucho menos cuando lo hace. Quien sabe lo que habrá de planear la jerarquía burocrática del PC Chino, tal vez solo se trate de un episodio que resume una artimaña dilatoria para sofocar la exaltación proteccionista del congreso norteamericano. Temporalmente en Estados Unidos se han templado las amenazas económicas de represalias. La iniciativa que propiciaba imponer en el congreso hasta un 27,5% de derechos de importación para los productos chinos, podría haberse debilitado.
Lo cierto es que hasta aquí, la devaluada paridad fija que gozó China por más de 12 años, llevó mucha agua para su molino. Restringió el virulento potencial que hubiese extendido la crisis asiática, a la vez que permitió disminuir el riesgo interno que hubiese afectado las cifras de crecimiento de su economía desde la crisis del arroz y el default ruso (1997-1998). En todo este tiempo -desde 1993-, la receta China de mantener su moneda depreciada, le permitió exhibir una interesante performance que gravitó entre otras cosas, en una importante rebaja de los bienes y servicios para su población, posibilitó un cambio de precios relativos a favor de los productos de exportación frente a los de consumo interno, otorgó costos laborales bajos para las empresas productoras que se pelearon por invertir, y mejoró la competitividad externa concediendo fuertes incentivos, tanto para exportar como para sustituir importaciones.
En una parte de esta estrategia podríamos meditar para descubrir la clave explícita del plan táctico del gobierno argentino, no obstante es justo establecer diferencias en torno a los recursos de China. Es obvio que la extensión de la oferta laboral oriunda de las comarcas rurales y la absoluta ausencia de presiones sindicales dieron soporte a la estabilidad de los costos laborales, permitiendo que los mismos no se incrementaran con el paso de 49 trimestres consecutivos de crecimiento. Lo cierto es que con esta estrategia las reservas internacionales de China aumentaron de 223.000 millones de dólares-Diciembre de 2001- a 721.000-Julio de 2005. Hoy China sucede a Japón en términos de stock de reservas internacionales del mundo, sin que se pueda decir que la emisión de Yuanes para obtener los dólares excedentes del superávit comercial generó arrastres inflacionarios. El resultado de doce años de tipo de cambio real alto fue consistente con tasas de crecimiento promedio del PBI de alrededor del 9,5% anual y el valor corriente del comercio exterior se multiplicó de manera exponencial-alrededor de 24 veces en 15 años- hasta alcanzar casi el 21 % de participación en el comercio mundial.
Quien sabe realmente si la apreciación parcial de la moneda China ha sido la respuesta inicial a los reclamos de Estados Unidos-abandonando la estrategia- o si es una actuación que permite patear la pelota afuera, mientras acumula más crecimiento de PBI, mas comercio exterior, más ahorro, inversiones, reservas, y empleo. Entre tanto en la Argentina, el ministro Lavagna acaba de asegurarles a los industriales, que el tipo de cambio nominal va a ser sostenido por el gobierno por los próximos años, asignándole a la paridad actual, la llave de su estrategia.

jueves, 11 de agosto de 2005

Los riesgos de extrapolar modelos

Los habitantes de los países desarrollados de nuestros días, son más ricos que sus padres y sus abuelos, principalmente poseen más bienes y servicios que lo que jamás hubiesen soñado sus mayores. Tienen casas más lindas, trabajos más modernos y mejor medicina. Sin embargo, mientras que los ingresos se han aumentado exponencialmente, en los países más ricos los ciudadanos no son más felices que sus abuelos.
En la actualidad hay técnicas para medir la felicidad y existe un enorme número de investigadores haciendo contribuciones. Alguien dijo “la felicidad es el único objetivo sensato para una sociedad atenta, así como para los individuos”. Los economistas y sociólogos de los países industrializados se preguntan: - ¿qué deberíamos hacer de forma diferente para ser más felices?
La evidencia de las investigaciones examinadas me sugiere dos cuestiones muy importantes. En primer lugar se demostró que las continuas comparaciones provocan un enorme daño psicológico y en segundo término, se afirma que la sensación de bienestar muchas veces está proporcionada por una posición de cierta importancia jerárquica (el hecho de estar más arriba).
Armonizando investigaciones de economía, psicología, sociología, filosofía y política, los estudiosos y sus voceros-que no son lo mismo- están tratando de crear una formula para entender la sociedad y mejorar las vidas.
La ciencia económica tradicional identifica la felicidad con el poder de compra, pero muchos profesionales creemos que esta definición no es acertada ya que la vida es más que la comida y el cuerpo que el vestido. La vida en los países ricos es mucho más confortable, los ciudadanos tienen autos modernos, electrodomésticos sofisticados, calefacción, aire acondicionado, y van de vacaciones. Sin embargo, la gente que vive en los países ricos no es más feliz que la gente que vive en los países pobres, aún en las mediciones de los investigadores de la llamada “Economía de la Felicidad”, esto se explica generosamente con números muy claros.
No pretendo interpretar la felicidad como la ven los investigadores de aquellas latitudes, pero me parece que para ellos es como un estado de ánimo, una sensación que surge de tener lo que se desea. Es como una excitación indefinida que hace a las personas sentirse bien y por lo tanto se afanarán por experimentar su búsqueda de continuo. Por el contrario, la tristeza, es pesadumbre, melancolía, una sensación de sentirse mal por no tener, difícil de soportar.
Es obvio para aquellos que viven una vida abundante que esas sensaciones están influenciadas por factores del mundo espiritual, además de los componentes económicos, psicológicos y sociológicos. No obstante parecería que existe en los países más ricos una búsqueda constante por encontrar un diagnóstico y una solución para su gente. Invariablemente aparecerá un hallazgo que será inicialmente la prueba de laboratorio. Luego se exportará, a veces sin querer, cuando el frasco ya tiene la fecha vencida.
Es necesario instalar la conciencia que los modelos no siempre se pueden traspolar de una sociedad a otra con los mismos resultados. Para mi, la mejor sociedad será aquella en la que los ciudadanos experimenten en conjunto la vida abundante, y no me refiero a la abundancia de bienes, aunque esto no tiene nada de malo. Coincido en algunos aspectos con la teoría de la felicidad, según los valores que aprendí, donde “el bienestar de otra persona es tan importante como el mío propio”, este es un fundamento irrenunciable de nuestro guión de cabecera, celebro esta revelación desde un espacio intelectual.
Si queremos bienestar, está claro que necesitamos obrar en el concepto del bien común, el partimiento de los panes es la clave. Esto simboliza mucho más que compartir un mendruguito de pan el domingo en la comunión.
¿Se puede medir la felicidad? –Pues sí, por lo menos a nivel técnico han desarrollado una metodología que luce respetable, aún cuantitativamente. También se han realizado estudios neurológicos mediante el electroencefalograma, la resonancia nuclear magnética y la tomografía de emisión de postrones, que permite medir la actividad eléctrica de las zonas del cerebro donde se experimentan los sentimientos.
Hay muchas razones por la cual la economía está estudiando la teoría de la felicidad, nutriéndose de otras ciencias. En primer lugar, en algunos países ricos las cuestiones económico-financieras están en el centro del interés público. Basta el ejemplo de un canal de noticias que mientras informa paso a paso los sucesos de una guerra, al mismo tiempo actualiza la cotización de las acciones que cotizan en Bolsa.
Retomando conclusiones de la teoría, se especifica que sentirse feliz es beneficioso y deseable física y psíquicamente, ayuda la presión sanguínea y el ritmo cardiaco, además de dinamizar el ingenio motivador.
No obstante yo identifico un riesgo importante en la búsqueda de estímulos a la felicidad. En un extremo estos móviles pueden impulsar a que la gente se acerque únicamente a aquello que le produce mayor agrado, alejándoles de todo lo que puede producir dolor, y la verdad es que en el mundo, tendremos aflicción.
También han comprobado científicamente que el bienestar no está directamente relacionado con la riqueza. Personalmente lo he verificado en mi actividad, conociendo banqueros y empresarios. Podría confirmar la descripción de los intelectuales y por supuesto la verdad bíblica; al echar un vistazo en personas especificas que han incrementado su estándar de gasto a lo largo de su vida sin que se vean avances confortadores. Un Proverbio asegura que la prosperidad del necio los echará a perder.
Se estableció en estos ensayos que un PBI per cápita por encima de los 20.000 dólares, no garantiza una mayor felicidad. Una evidencia de este fenómeno es que la depresión, los ataques de pánico, la dipsomanía, la drogadicción, la violación, y las manifestaciones de búsqueda de placer, no han hecho otra cosa que crecer en los países ricos.
Si estos países están tan bien, - ¿por qué no son más felices sus ciudadanos?
A un conjunto de alumnos de la Universidad de Harvard se les preguntó qué preferían, si ganar 50.000 dólares al año y que los demás ganaran solo 25.000; o ganar 100.000 dólares al año y que los demás ganaran 250.000. La generalidad eligió la primera alternativa. Esta encuesta demostró varias cosas:
1) El dinero no solamente es un medio de pago que otorga capacidad de compra como presumía la economía tradicional, sino que funciona hoy día como un elemento de comparación con los demás
2) La posición que ciertas personas ejercen respecto a los otros se ha constituido en una fuente de satisfacción en sí misma.
3) No todo lo que viene de un país rico es deseable. Por ejemplo, la forma de ver la vida que tiene los estudiantes de esta encuesta.

Otra observación de un elemento que influye destructivamente, es la adaptación acelerada a poseer bienes materiales. Las personas se acostumbran rápidamente a la posesión de productos y servicios, y enseguida de tenerlos dejan de producirle satisfacción. En mi observación es así como se genera, un círculo vicioso disparado por la tentación consumista que bombardea las mentes a través de los medios. En cambio, existen componentes espirituales que producen satisfacción permanente, no causan aburrimiento, pero tienen menos difusión, lamentablemente. Creo entusiastamente que los recursos existentes deben responder a una responsabilidad fiduciaria en cualquier área de la sociedad, de este modo pueden ser mucho mejor administrados y de manera mas transparente.
Otro ejemplo y moraleja: Una empleada de un famoso Banco de Inversión, en solo quince meses fue distrayendo periódicamente hasta casi 8 millones de dólares de las cuentas de dos inversores individuales muy acaudalados para los que trabajaba. Ninguno de los dos inversores se dio cuenta sino la auditoria del banco, y eso ocurrió bastante tiempo más tarde. Este incidente valió para afirmar un concepto: el dinero adicional les resulta más displicente a los ricos que a los pobres, si parte del dinero de una persona rica pasara a una persona pobre, ésta última obtendría una felicidad mayor de la que perdería el rico, y el bienestar promedio de cualquier país aumentaría. Por lo tanto, un país tendrá mayor nivel de felicidad media en términos económicos, cuanto más equitativa sea la distribución del ingreso, independientemente de este ejemplo poco feliz. Cualquiera diría, seguro que los que arribaron a esta conclusión son economistas de la CEPAL, o ciudadanos latinoamericanos o africanos. Pues no, así razonaron los técnicos que están trabajando en universidades e institutos de investigación privados, ellos son británicos y norteamericanos.
¿Qué es lo que dicen las investigaciones acerca de qué cosas hacen feliz a la gente?
Además del entorno biológico que excita nuestra propensión a obtener felicidad, existen cuestiones constitucionales como la edad, la apariencia física, el cociente intelectual y la educación.
Otras características parecen afectar la felicidad con mayor vigor como las relaciones familiares, la situación económica, el trabajo, la sociedad, los amigos, la salud, la libertad, los valores personales y la ética de vida.
Es mi intuición que la configuración intelectual también tiene una aguda acción que opera en forma mixta sobre la felicidad. Desde esta posición los seres humanos construyen o recogen metas para el futuro, pero si esas visiones están demasiado lejos-inclusive geográficamente-, se constituyen en quimeras y estas provocan desánimo e infelicidad, operando en forma opuesta al objetivo que persiguen los científicos y los prelados para la gente.
Yo me atrevo a adicionar que presentar una imagen deseable pero distante, suscitará esfuerzos desgarradores que finalizarán generalmente en naufragios. Mucho se ha hablado estos años sobre liderazgo, e inclusive se ha hecho excesivo énfasis en “motivación”, sin considerar la asignatura “frustración”, un elemento medular en el estudio de esta disciplina.
La frustración se diferencia del fracaso, ya que tiene una connotación pasajera, aunque muchas veces genera reacciones irascibles con consecuencias de magnitud. En el otro extremo la frustración suele ser edificante, cuando prevalece la superación de las restricciones que la provocaron. Existen innumerables casos de empresarios con un sinnúmero de frustraciones antes de alcanzar el éxito. Antagónicamente a la frustración encontramos “el fracaso”, este actúa como constante y tiene un altísimo grado de profundidad en términos de infelicidad. Un modelo puede fracasar.
Esto implica el riesgo de transportarle a la gente y a las organizaciones de un país como el nuestro-Argentina-, incorrectos modelos ilusorios referidos a países ricos.
El punto es entonces la elección de los modelos. Copiar o repetir un concepto aprendido puede no estar mal, el problema es - ¿qué es lo que estamos copiando o que es lo que estamos reproduciendo?
La “teoría de la felicidad”, desde la ciencia ayuda un poco a entender por qué las cosas no van bien en aquellas sociedades mas ricas, por lo tanto podemos prevenirnos. Dijimos que la salud, el PBI per cápita y las condiciones laborales han progresado en los países ricos, pero sin embargo la familia, la sociedad y los valores, se han estropeado.
Ciencia y tecnología mejoran y aceleran procesos, pero otras veces explican tendencias temerarias. Por ejemplo el cambio radical del rol de la mujer desde su incorporación al mundo del trabajo y con ello el alboroto de la estructura familiar, sin que la ciencia ni la sociedad hayan avanzado para adecuarse a este cambio fundamental. Las niñeras no han reemplazado a las mamas y sería deseable que ninguna alternativa cibernética reemplace a una esposa muy ocupada, pero ya está ocurriendo.
Las películas, las series, los entretenimientos han influido fuertemente en la vida social y se han introducido en la vida comportamientos violentos, prácticas sexuales no naturales, que permearon a países como el nuestro fuertemente en los últimos quince años. Hoy día la mayoría de las series televisivas que provienen de países ricos, favorecen la aspiración a la opulencia en sus países, pero también en los países periféricos, creando todo tipo de consecuencias. Esto genera una percepción individual de auto detracción en algunos ciudadanos, y de inicio de carreras alocadas en otros, con consecuencias ruinosas en ambos casos. Al incorporar figuras físicas estereotipadas, muchas mujeres sufren y otras se concentran en cuestiones menores para lograr objetivos irrelevantes, eso sin contar que muchos esposos se ven sofocados por causa de la provocación exhibicionista. Otros hombres de bien, cuya misión y país donde viven son diferentes al de sus modelos; son subyugados por “el efecto pasarela” de otras culturas y sin saberlo muchas veces lucen extravagantes en Sud América. Es muy difícil que asumiendo portes de otras profesiones los gobernantes alcancen el respeto de los gobernados. Cuando la distorsión de nuestra forma de vida nos aleja del contexto, nos tornamos desubicados y la sociedad nos rechaza.
Paradójicamente “el progreso” ha desempeñado un rol importante en la decadencia de los países supuestamente mas avanzados del mundo y por derrame en la periferia imitadora.
Ciertos gobernantes y líderes bien intencionados, sin saberlo patrocinan el aislamiento y la competencia montaraz. El individualismo se ha constituido en una doctrina oficial en algunos países y se ha exportado como un dogma, alcanzando ribetes de fundamentalismo. Este criterio que actúa en cualquier ámbito, básicamente se aprovecha de la ingenuidad de sus mismos maleteros, quienes mezclan y confunden aún sus bases fundamentales. Se han creado dos alternativas: un vacío moral abusivo o una alternativa moralista engañosa o doble moral, que crece y se perfila más peligrosa que la primera.
El individualismo y la exaltación del tener, estorban la vocación de servicio, ahogando el interés por el prójimo. A largo plazo esta pinza tiene consecuencias devastadoras para todos. No ignoramos que la solidaridad y a veces la aparente piedad están impulsadas por motivaciones equivocadas o son simple apariencia. El aplauso, la fama y también el deseo de obtener aprobación, muchas también veces actúan como motores de felicidad y auto realización.
A la pregunta ¿cómo hacer que la gente se sienta feliz?, el hombre de las encuestas respondió: “mejoren mi calidad de vida”. Los investigadores han determinado que la mayor felicidad es el principio rector de la política y el criterio apropiado para adoptar decisiones éticas. Por esa razón los líderes deben procurar el mayor bienestar de sus liderados, concediéndoles la misma estima y satisfacción individual que a sí mismo se dispensan.
En mi opinión la agenda introducida a través de modelos importados podría ayudar mucho si los investigadores y los comunicadores del mensaje tuvieran fundamentos éticos superiores, y si quienes tienen fundamentos éticos superiores tuvieran una formación más sólida. Dado que toda la teoría económica tradicional ha demostrado ser ineficaz para resolver los problemas del hombre, no deberíamos transigir en que países que viven bajo su influencia, incomprensiblemente nos manipulen nuestros fundamentos más sólidos.
La expresión medular de las economías de mercado es el libre intercambio de los bienes y servicios, no obstante para que el resultado de su articulación sea eficaz, según los manuales, deben cumplirse tres condiciones básicas:
1) El mercado debe ser realmente libre (pero no lo es)
2) Los compradores y vendedores deben tener la misma información (pero no la tienen)
3) El intercambio entre las partes no debe producir efectos indeseados sobre terceros (pero lo produce)
El bienestar debería medir la satisfacción media de una población globalizada y esto no es así en la práctica. Ochenta y nueve países se encuentran peor que a principio de 1990. La globalización de los mercados aumentó la brecha entre ricos y pobres. El auge de las comunicaciones no evitó que dos terceras partes de la humanidad nunca hayan realizado un llamado telefónico. Un tercio de la población mundial no tiene acceso a la electricidad. Jeremy Rifkin, un economista norteamericano dijo que el mercado no lleva a una mayor distribución de la torta económica entre todos, sino a un juego en el que un solo ganador se lleva todo. Hasta ahora el instrumento oficial de medida utilizado por los economistas es la renta per cápita-economía tradicional-, y solo sirve para dar una idea del poder adquisitivo promedio de los habitantes de un país.
Los investigadores de la teoría de la felicidad, no los clérigos dicen que; para medir francamente el bienestar, la renta per cápita debería incluir al menos cinco características:
1) La desigualdad (los ingresos suplementarios importan más a los pobres que a los ricos),
2) Los efectos externos
3) Los valores
4) La aversión a la pérdida
5) El comportamiento incoherente

Entonces, “necesitamos una revolución académica en todas las ciencias sociales” dicen los que se proponen entender las causas de la felicidad. “También necesitamos una revolución en el Gobierno”. La felicidad debería convertirse en un objetivo político, y el progreso de la felicidad nacional debería medirse y analizarse tan estrechamente como el crecimiento del PBI”. Lo dicen trabajando y pensando en sus países, y no en los nuestros, claro.
-¿Tomaremos la dirección de guías ciegos?- De ninguna manera.
Podemos entonces dejar que la influencia de estas corrientes que ya entraron en otros países en el ámbito espiritual nos aborde a nosotros y, sin quererlo ni percibirlo aún se convierta en creencias que nos conduzcan a sus modelos.
“Todos deseamos tener un estatus social alto y, de hecho, las personas con mayor estatus viven más tiempo y son más felices”. Esto afirman los economistas y sociólogos que investigan o los comunicadores que los exaltan.
Durante los últimos quince años hemos visto operar una cultura donde los premios se adjudican solo por producción o resultados, reduciendo de esta manera la motivación altruista, al limitarla solo a un incentivo de concepción mercantilista. Como consecuencia se han dañado muchas vocaciones y confundido las motivaciones. La publicidad que incita a consumir sin parar entró en lugares insólitos y favoreció el exceso de trabajo-en el mejor de los casos- pero claramente lo hizo en detrimento de la propia familia y de los servicios piadosos. La rivalidad competitiva que ya está metida en nuestros ámbitos, es un elemento cultural medular de las sociedades de los países más ricos, no permitamos que persista y no demos lugar a nuevas confusiones importadas de países ricos con ciudadanos desdichados y un liderazgo escandaloso.
En síntesis, me parece que la cuestión central que deberíamos procurar es, crear un estado de equilibrio entre lo que significa estar abiertos, pero a la vez no disminuir los requisitos de nuestros fundamentos.

martes, 2 de agosto de 2005

¿A quien le causan mas daño?


El tercer faltazo del Presidente de la Nación a la fiesta de inauguración de la exposición Rural, levantó censuras que expresaron muchas voces y plumas impulsadas por gente que no tolera hallarse fuera de su paradigma.


El presidente Kirchner-guste o no- expresa filosóficamente con su actitud, un perfil consistente con sus dichos: “no voy a dejar mis convicciones de toda la vida en la puerta de la Casa Rosada”. Evidentemente para esta nueva categoría de presidente-que por el momento no adhiere al “pragmatismo”- la prioridad no pasa por acatar las tradiciones conservadoras, y viene demostrándolo sistemáticamente, para él, estas prácticas son absolutamente irrelevantes. Predecesores del presidente han inaugurado invariablemente la Exposición Rural, pero él no asistió nunca en tres años. Tampoco concurrió a la celebración del día del Ejército, cuando sabemos que el Presidente de la Nación es el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. No fue al Tedeum en la Catedral Metropolitana como hubiese sido comprensible que lo hiciese en un país oficial y católico. En cambio muchos ex presidentes que antes efectivamente han asistido al Tedeum, lo han hecho en forma absolutamente superficial y diplomática, sin niguna otra convicción y en un estado espiritual poco recomendable.


Podrá atarse cabos sobre estas ausencias, pero lo cierto es que el comportamiento de Kirchner luce mucho mas "peronista normal" que Carlos Menem, quien ingresó funcionarios de Bunge y Born, asesorado por el Ingeniero Alvaro Alsogaray. Ni hablar de la foto de Menem con atuendo monástico en un retiro espiritual, o besando en su lecho de enfermo al Almirante Rojas.


Kirchner es exhibido como alguien insociable y anti mercados, porque demoró en la Casa Rosada a una funcionaria de Hewlett Packard, que apenas regresada a EE UU acaba de ser despedida de la empresa por la junta de accionistas.


En otro orden de cosas, la Pcia.Buenos Aires luce como clave en las elecciones de Octubre, mas allá de los discursos de alto voltaje que han descargado las candidatas, este distrito electoral representa el 37% de los votos del país, y una vez mas, muestra una disputa de neto corte peronista. La división provocará sinergia: 1+1=3. Son dos expresiones de un mismo origen ideológico, no confundirse, uno mas conservador popular-para los que no deducen el peronismo en su escencia-, persiguiendo al electorado acostumbrado al bombo del Tula y el choripan. El otro con un estilo mas sofisticado e intelectual, menos PJ y mas FREJULI, enfilándose al voto progresista. Los diputados quieren un acuerdo y este puede prosperar incluso después de la elección, porque los peronistas son fundacional y escencialmente negociadores.


En este escenario electoral desesperante, la oposición se encuentra aventando el fuego para que se fracture el bloque de diputados y como dijo Lilita, - ¡Que se maten! – Pues, no se matarán, las cosas no irán mas allá de los fuegos artificiales, al mas alto estilo italiano.


Ideólogos camuflados de periodistas, se la pasan diciendo que esta pelea es una evidencia de que la crisis política del peronismo puede tener consecuencias institucionales.


Ausentes por dos años, para dejar que el tiempo desvanezca los fallidos pronósticos de dólar a 15 pesos e hiperinflación, “los enojones”, regresan lentamente. Volvio el elenco estable de agoreros y sortílegos “recargados”, exaltando los índices de pobreza e indigencia, imitando a Luis Zamora del MAS. Sesgados editores resaltan que Santa Cruz es la Provincia que tiene mayor conflictividad social, aunque omiten cuidadosamente que esa provincia paga los mejores salarios del país. - ¿A quien le causa más daño estos comentarios, al presidente o a la Argentina?