miércoles, 30 de junio de 2004

Ambito Financiero Pymes Industriales

Buenas noticias para las Pymes industriales. El subsecretario de la Pequeña y Mediana Empresa, Federico Poli, informó unos días atrás que la agencia a su cargo implementará una línea de créditos para el sector exportador por un importe total de ochenta y cinco millones de dólares. El anuncio oficial fue declarado ante la concurrencia de un importante grupo corporativo alternativo a la actual de conducción de la UIA. El funcionario puntualizó que la nueva línea crediticia se destinará a la prefinanciación de exportaciones y compra de bienes de capital para las Pymes.
Desde la reforma financiera de 1977, los beneficios promocionales financieros o fiscales para estas empresas estuvieron limitados al enfoque excluyente del costo fiscal. A través de este cristal único se analizó cualquier tipo de medida que arrimara un aporte a la derrota de la inflación, a través de la disminución del gasto. No obstante en la mayoría de los países, existían exportadores que podían recibir exenciones impositivas totales por un periodo de tiempo limitado, con aumentos paulatinos y graduales para incentivar las exportaciones, por mencionar alguna defección comercial competitiva.
Estos instrumentos tácticos se aplican para sostener estrategias económicas que apuntan a la “creación de valor”, desde la creación de empleo hasta la generación de divisas para amortizar deuda. Muchos aspectos financieros y fiscales descuidados desde hace muchos años, deberían ser nuevamente considerados por la conducción económica.
Existe un test imprescindible para juzgar cualquier táctica económica-financiera. Es indispensable e ineludible que la propuesta reformadora pase la prueba de la creación de valor. Después de veintisiete años de aquellas certezas enfáticas e intransigentes que decían: “además del costo fiscal de promover exportaciones, un dólar más, genera emisión de pesos equivalentes, y esos pesos originan un mayor crecimiento de los precios relativos internos”, llegó el momento de retomar el razonamiento.
Podemos reflexionar sobre algunos apotegmas del enfoque económico que perdieron vigencia. Los peligros que se invocaban en la década del setenta y las propuestas para enfrentarlos, hoy no son consistentes con el entorno doméstico, ni con la situación económica internacional.
En aquel entonces, mientras la Argentina recortaba ventajas a la prefinanciación y financiación, además suprimía la post financiación de exportaciones promocionadas, al mismo tiempo eliminaba reintegros y reembolsos con el objeto de disminuir el déficit fiscal. Mientras tanto en Singapur, para esa misma época, el noventa por ciento del incremento de los ingresos procedentes de la exportación de manufacturas estaba exento del impuesto sobre la renta por cinco años. En Brasil, las desgravaciones impositivas vinculadas de manera directa a las exportaciones cubrían los impuestos indirectos más importantes y un mecanismo complementario facilitaba el funcionamiento de las “traiding companies”. México y Tailandia eximían de derechos de exportación inclusive a las “semi manufacturas”. En Grecia se concedía reembolso sobre la nómina de pagos en las exportaciones industriales, al tiempo que en Israel se obtenían reducciones de hasta 85% del impuesto sobre la propiedad...
A la luz de los resultados obtenidos en el pasado, hoy existen razones objetivas para iniciar un estudio de Creación de Valor versus Costo fiscal para las actuales necesidades, “porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley”.
* pablo.tigani@hacer.com.ar , Presidente de www.hacer.com.ar

miércoles, 16 de junio de 2004

Cine económico grotesco

Se lanzó un nuevo capítulo entre el gobierno y los tenedores de bonos argentinos, esta vez con episodios cinematográficos del género del grotesco. Es interesante destacar que el segundo round no partió con los aspectos cruciales de la discusión financiera. La mayor reestructuración de deudas de la historia económica internacional, inauguró con una estrategia que involucra de un modo desacostumbrado, los medios de comunicación, generando confusión y escepticismo. Desde el lanzamiento de la oferta, un portento de aspecto embrollón, ha decidido ejercer presiones con metodologías inconsistentes con la cultura financiera, disciplina fuertemente marcada por la buena educación. Claramente la voz del Comité Global no es la del Dr. Edward Bernays, asesor de varios presidentes de los Estados Unidos ni del profesor Sam Black, condecorado por la reina de Inglaterra.
Sin perder un solo día, el Comité Global, fue la voz más inflexible que censuró el ofrecimiento argentino por cuanta emisora de televisión intervino. En Italia, ante un grupo no muy comprobado en términos de tenencias, en una conferencia de prensa efectuada en la Asociación de Bancos, amenazó con estrechar el cerco para que no se llegue a un acuerdo con otros grupos de referencia. Este ya célebre comediante dice representar al 44% de los acreedores, y también que podría bloquear la reestructuración de la deuda argentina. Con un imprudente espíritu de intimidación, dijo que la situación podría provocar graves efectos económicos para la Argentina. No dijo en cambio, que las presiones en Italia están dispersas, ya que los ahorristas italianos están frenéticos por recuperar su dinero (no les importa de donde proceda) y han encarado acciones legales concretas contra los bancos de inversión y piden intervención subsidiaria al gobierno.El ofensivo enunciado de este personaje sí, es característico de los intermediarios comisionistas que al momento de la negociación, simulan omitir la responsabilidad compartida que conlleva la colocación en los mercados voluntarios.
En Estados Unidos, fuentes muy confiables afirman que la agrupación no es tan poderosa como se proclama y hasta traslucen un dejo de poca seriedad de su representante. La verdad es que si la oferta que presentó Economía en Nueva York es seductora, a estas alturas (30 meses del default) este Alberto Sordi financiero, como decía Minguito, tendrá que conseguirse otro “curro”.
Mientras tanto, la propuesta generó controversias reales entre los analistas financieros que no aciertan a ponerse de acuerdo acerca de algunas imprecisiones con respecto a los cálculos del bono atado al PBI, las relaciones de canje y las comparaciones heterogéneas entre sí.
El gobierno dejó rezongar a este personaje grotesco sin alegar nada, abordando lo que en política se conoce como: “no hacerle el juego a la provocación”. Pronto sabremos que nivel de efectividad alcanza esta nueva estrategia de negociación “cinema”. El buen nombre de un comité de acreedores, así como el de los bonistas que representa son factor de éxito en un acuerdo. Llegar a buen término para los interesados sería completar las expectativas máximas posibles y eso es independiente de las bravatas que se realicen. Sin contar con un soporte de buena imagen financiera a través de los representantes designados, los bonistas corren riesgos de “auto atentado” como los encarados en el inicio de esta segunda ronda.

lunes, 14 de junio de 2004

Fortuna, Finanzas e Inversión

REVISTA FORTUNA, 14 DE JUNIO DE 2004, PAGINA 84
FINANZAS INVERSION

Por: Pablo Tigani - Presidente de www.hacer.com.ar



En estos últimos años, aquellos inversionistas de menor tamaño de empresas que cotizan en bolsas de mercados desarrollados, se llevaron una gran desilusión, muy similar a la de los tenedores de bonos de países emergentes. Los escandalosos fraudes corporativos de Enron, World Com y Parmalat, frustraron a muchos y todo parecía indicar que el mundo de las inversiones había recibido un golpe desequilibrante, de costosa recuperación.
Sin embargo, este hecho inesperado abrió un nuevo panorama para los pequeños inversores, que beneficiados por las condiciones del actual paradigma, están creciendo notablemente y apuntan a ocupar un lugar digno de ser analizado.
Él porque de este suceso tiene una sencilla explicación. Las restricciones de financiamiento bancario en los países latinoamericanos, combinado con las bajas tasas de interés que remuneran los depósitos en USA y Europa, obligan a las PYMES a buscar capital de riesgo por un lado, y a estos inversores a buscar mejores rendimientos por el otro.
Actualmente, existen muchos capitalistas de este tipo con la mira en la Argentina, buscando empresas de rápido crecimiento, que ya estén en marcha, del tipo de las industrias exportadoras, o las sustitutos de importación, por ejemplo. Esto los diferencia de sus operaciones realizadas en la pasada década del 90, que se vendían a cifras astronómicas, todo esto sin olvidarnos de las “pioladas” de las start up o punto com.
No obstante, ya se puede ver en la Argentina (que en 2003 ha crecido 8,7% anual y alcanzó 10 % de velocidad anual en el primer trimestre de 2004) una clara señal del interés inversor anteriormente descripto. Ahora mismo están reapareciendo en el país muchos de los inversionistas que habían emprendido el “fligh to the quality”, repatriando sus capitales.
"Los accionistas piolas" que vendieron sus compañías oportunamente, convirtiéndose en rentistas por un tiempo (Casa TIA, CONIGLIO, MUSIMUNDO, FARGO, BANCO FRANCES, BANCO RIO, por mencionar a algunos héroes de la prensa financiera de la década pasada), no todos precisamente, pero algunos de ellos se encuentran invirtiendo parte de los dólares “1 a 1” que obtuvieron por sus empresas en la época de pleno auge de los private equity funds. Eso es un indicador claro que en la Argentina, hay muchas oportunidades con el actual tipo de cambio y un perfil más productivo para un inversor de riesgo.
Como buscan los inversores

Muchos inversionistas saben que hoy, con pequeños capitales se pueden conseguir tasas de retorno bien altas, que multiplican varias veces la tasa de interés que paga un banco americano, si se toman los recaudos necesarios y se sabe invertir. Es por eso que la búsqueda de pequeñas compañías con potencial comienza a ser muy interesante, dado el potencial del camino a recorrer en términos de crecimiento.
En Estados Unidos o Inglaterra se pueden encontrar comúnmente fondos inversores de las universidades o empresas de “Venture Capital” o bien “Private Equity Funds”. Los capitalistas se unen en distintos tipos de asociaciones como estas y otras “sui generis” e invierten en un fondo para potenciar proyectos y optimizar sus rendimientos. No obstante existen también muchos “capitalistas de riesgo” que se manejan de manera independiente e individual con cantidades interesantes, financiando emprendimientos puntuales con “Capital Semilla” o comprando participaciones de paquetes accionarios con un plazo de salida, siempre asesorados por consultoras que previamente realizan un diagnóstico y valuación de la compañía en interés, además del necesario pre “due dilligence” para efectivizar la inversión.
En Latinoamérica, donde se ven inversiones muy fuertes para diseños regionales, también se pueden colocar fondos acudiendo a consultoras financieras mandatarias que están concentradas en inversiones para micro emprendimientos y pequeñas y medianas empresas. Estas, además de tener en cartera empresas rentables entre sus clientes tradicionales, también identifican los “start up” y las PyMEs que tengan un negocio en marcha y cuyo potencial de crecimiento sea interesante para inyectarle capital. Al potenciarlas, estas compañías seleccionadas producen altas tasas de retorno sobre inversión, difíciles de obtener en otro tipo de negocios.
De manera articulada, las consultoras también asisten a los fondos institucionales y a los inversores particulares de su cartera estable (colocadores de fondos en oportunidades de negocios y empresas potencialmente exitosas) por lo cual se constituyen en un nexo ideal para realizar estas operaciones.
En cuanto al tamaño de las inversiones, se maneja un tipo de cifras muy variado. Existen casos de inyecciones de capital muy pequeñas (US$ 5.000) como por ejemplo el de una empresa de desayunos y regalos a domicilio en Argentina www.newsunrise.com.ar , hasta una empresa pequeña de envíos de dinero para países latinoamericanos, situada en Wisconsin, Estados Unidos, como TRANSFERNET cuyo valor total es de alrededor de US$ 3 millones.

Del lado de los emprendedores

Ante este panorama de oportunidades, muchos empresarios PyMEs y micro emprendedores desean recibir financiamiento por parte de estos pequeños inversionistas, pero suele suceder que desconocen gran parte de la tarea que es necesaria para que estos los vean como una opción interesante de inversión.
El primer paso que se debe dar para alcanzar capital de riesgo, es la elaboración de un “book” que represente todas las potencialidades de la empresa, basado en un análisis exhaustivo que refleje el estado actual de la compañía y su proyección a futuro. El mismo debe estar realizado por equipo interdisciplinario de profesionales que juzgue de manera imparcial los resultados obtenidos, fuera de la mirada emotiva de los artífices del negocio. Un punto importante para resaltar es que debe reflejar un formato de fácil y rápida lectura, pues los inversionistas miran cientos de casos por año y si el “book” es tedioso o insuficiente, eso les jugara en contra en la competencia por la obtención de dólares.
Es indispensable incluir en diferentes capítulos, un detallado informe de la Estrategia Empresaria, Cultura de la Organización, Organización Formal, “Character” asociativo de los Accionistas, además de sus potenciales atributos. También el contexto macroeconómico del país o de los países que involucra, bajando al mercado específico microeconómico y analizando a la empresa objeto de la inversión en el contexto general.
Para finalizar, el book debe incluir un minucioso estudio con índices e infografías de la evolución económica y financiera de la compañía (su historia previa más las simulaciones proyectivas futuras de “cash flow”) y la imprescindible valuación en diferentes escenarios.
Si bien esta parece ser una tarea compleja, vale la pena realizarla, ya que el apoyo económico que se puede lograr es muy efectivo.
Los inversores ingresan con una participación mayoritaria o minoritaria, generalmente conservando el management original del negocio, pero con un plan de salida (“exit plan”) de entre 3 a 7 años. Para entonces, han ganado lo suficiente por su participación y dejan a sus accionistas, una empresa mucho más grande y desarrollada, que generalmente ya ha accedido a otros mercados y también se ha consolidado patrimonialmente en forma robusta. Otra posibilidad existente es que ellos puedan llegar a ofrecer una oferta por la tenencia completa de la empresa, si los accionistas se muestran interesados en vender.

Fraudes corporativos abren nuevo panorama

En estos últimos años, aquellos inversionistas de menor tamaño de empresas que cotizan en bolsas de mercados desarrollados, se llevaron una gran desilusión, muy similar a la de los tenedores de bonos de países emergentes. Los escandalosos fraudes corporativos de Enron, World Com y Parmalat, frustraron a muchos y todo parecía indicar que el mundo de las inversiones había recibido un golpe desequilibrante, de costosa recuperación.
Sin embargo, este hecho inesperado abrió un nuevo panorama para los pequeños inversores, que beneficiados por las condiciones del actual paradigma, están creciendo notablemente y apuntan a ocupar un lugar digno de ser analizado.
Él porque de este suceso tiene una sencilla explicación. Las restricciones de financiamiento bancario en los países latinoamericanos, combinado con las bajas tasas de interés que remuneran los depósitos en USA y Europa, obligan a las PYMES a buscar capital de riesgo por un lado, y a estos inversores a buscar mejores rendimientos por el otro.
Actualmente, existen muchos capitalistas de este tipo con la mira en la Argentina, buscando empresas de rápido crecimiento, que ya estén en marcha, del tipo de las industrias exportadoras, o las sustitutos de importación, por ejemplo. Esto los diferencia de sus operaciones realizadas en la pasada década del 90, que se vendían a cifras astronómicas, todo esto sin olvidarnos de las “pioladas” de las start up o punto com.
No obstante, ya se puede ver en la Argentina (que en 2003 ha crecido 8,7% anual y alcanzó 10 % de velocidad anual en el primer trimestre de 2004) una clara señal del interés inversor anteriormente descripto. Ahora mismo están reapareciendo en el país muchos de los inversionistas que habían emprendido el “fligh to the quality”, repatriando sus capitales.
"Los accionistas piolas" que vendieron sus compañías oportunamente, convirtiéndose en rentistas por un tiempo (Casa TIA, CONIGLIO, MUSIMUNDO, FARGO, BANCO FRANCES, BANCO RIO, por mencionar a algunos héroes de la prensa financiera de la década pasada), no todos precisamente, pero algunos de ellos se encuentran invirtiendo parte de los dólares “1 a 1” que obtuvieron por sus empresas en la época de pleno auge de los private equity funds. Eso es un indicador claro que en la Argentina, hay muchas oportunidades con el actual tipo de cambio y un perfil más productivo para un inversor de riesgo.
Como buscan los inversores

Muchos inversionistas saben que hoy, con pequeños capitales se pueden conseguir tasas de retorno bien altas, que multiplican varias veces la tasa de interés que paga un banco americano, si se toman los recaudos necesarios y se sabe invertir. Es por eso que la búsqueda de pequeñas compañías con potencial comienza a ser muy interesante, dado el potencial del camino a recorrer en términos de crecimiento.
En Estados Unidos o Inglaterra se pueden encontrar comúnmente fondos inversores de las universidades o empresas de “Venture Capital” o bien “Private Equity Funds”. Los capitalistas se unen en distintos tipos de asociaciones como estas y otras “sui generis” e invierten en un fondo para potenciar proyectos y optimizar sus rendimientos. No obstante existen también muchos “capitalistas de riesgo” que se manejan de manera independiente e individual con cantidades interesantes, financiando emprendimientos puntuales con “Capital Semilla” o comprando participaciones de paquetes accionarios con un plazo de salida, siempre asesorados por consultoras que previamente realizan un diagnóstico y valuación de la compañía en interés, además del necesario pre “due dilligence” para efectivizar la inversión.
En Latinoamérica, donde se ven inversiones muy fuertes para diseños regionales, también se pueden colocar fondos acudiendo a consultoras financieras mandatarias que están concentradas en inversiones para micro emprendimientos y pequeñas y medianas empresas. Estas, además de tener en cartera empresas rentables entre sus clientes tradicionales, también identifican los “start up” y las PyMEs que tengan un negocio en marcha y cuyo potencial de crecimiento sea interesante para inyectarle capital. Al potenciarlas, estas compañías seleccionadas producen altas tasas de retorno sobre inversión, difíciles de obtener en otro tipo de negocios.
De manera articulada, las consultoras también asisten a los fondos institucionales y a los inversores particulares de su cartera estable (colocadores de fondos en oportunidades de negocios y empresas potencialmente exitosas) por lo cual se constituyen en un nexo ideal para realizar estas operaciones.
En cuanto al tamaño de las inversiones, se maneja un tipo de cifras muy variado. Existen casos de inyecciones de capital muy pequeñas (US$ 5.000) como por ejemplo el de una empresa de desayunos y regalos a domicilio en Argentina http://www.newsunrise.com.ar/ , hasta una empresa pequeña de envíos de dinero para países latinoamericanos, situada en Wisconsin, Estados Unidos, como TRANSFERNET cuyo valor total es de alrededor de US$ 3 millones.

Del lado de los emprendedores

Ante este panorama de oportunidades, muchos empresarios PyMEs y micro emprendedores desean recibir financiamiento por parte de estos pequeños inversionistas, pero suele suceder que desconocen gran parte de la tarea que es necesaria para que estos los vean como una opción interesante de inversión.
El primer paso que se debe dar para alcanzar capital de riesgo, es la elaboración de un “book” que represente todas las potencialidades de la empresa, basado en un análisis exhaustivo que refleje el estado actual de la compañía y su proyección a futuro. El mismo debe estar realizado por equipo interdisciplinario de profesionales que juzgue de manera imparcial los resultados obtenidos, fuera de la mirada emotiva de los artífices del negocio. Un punto importante para resaltar es que debe reflejar un formato de fácil y rápida lectura, pues los inversionistas miran cientos de casos por año y si el “book” es tedioso o insuficiente, eso les jugara en contra en la competencia por la obtención de dólares.
Es indispensable incluir en diferentes capítulos, un detallado informe de la Estrategia Empresaria, Cultura de la Organización, Organización Formal, “Character” asociativo de los Accionistas, además de sus potenciales atributos. También el contexto macroeconómico del país o de los países que involucra, bajando al mercado específico microeconómico y analizando a la empresa objeto de la inversión en el contexto general.
Para finalizar, el book debe incluir un minucioso estudio con índices e infografías de la evolución económica y financiera de la compañía (su historia previa más las simulaciones proyectivas futuras de “cash flow”) y la imprescindible valuación en diferentes escenarios.
Si bien esta parece ser una tarea compleja, vale la pena realizarla, ya que el apoyo económico que se puede lograr es muy efectivo.
Los inversores ingresan con una participación mayoritaria o minoritaria, generalmente conservando el management original del negocio, pero con un plan de salida (“exit plan”) de entre 3 a 7 años. Para entonces, han ganado lo suficiente por su participación y dejan a sus accionistas, una empresa mucho más grande y desarrollada, que generalmente ya ha accedido a otros mercados y también se ha consolidado patrimonialmente en forma robusta. Otra posibilidad existente es que ellos puedan llegar a ofrecer una oferta por la tenencia completa de la empresa, si los accionistas se muestran interesados en vender.

martes, 8 de junio de 2004

Se exacerban la mala onda. Ambito Financiero

La fuerte recuperación de la economía argentina en los últimos cuatro trimestres fue consecuencia de la implementación de políticas absolutamente opuestas a las recomendadas rutinariamente en la receta estándar del FMI. Es cierto que en aquel tiempo el contexto internacional fue muy favorable y en el presente luce más incierto. La desaceleración mes contra mes de la actividad industrial en Abril, sumado a la sobre actuación de los mercados que ya descontaron una eventual suba de tasas de los FED Funds, nos lleva a preguntarnos si estos datos inversos pueden corregir los pronósticos en forma abrupta.
Como sucede al analizar un ciclo de suba sostenida de un commodity en cualquier mercado individual, se percibe una lógica recomposición de precios y aún de desempeño, pero esto pocos lo mencionan. Probablemente esta visión vende menos que una quimera que establece incertidumbre y preocupación.
Cuando estrenamos presidente, muchas voces aparecían afligidas por un eventual retroceso del PBI, teniendo en cuenta que Kirchner encarnaba un enfoque populista, pudiendo degenerar su gestión en un descontrol fiscal y monetario con un tercer estallido hiper inflacionario y un dólar a 10, 15 o 20 pesos. Al mirar las sombrías predicciones pre electorales del PBI (que creció 8,7% anual en 2003), se puede descubrir que por entonces se enunciaban tasas máximas de crecimiento de 2% si ganaba un presidente “pro mercado”, y una caída de 2% si vencía un candidato populista. Que bueno que eso no sucedió, aunque debemos tomar nota de las incorrecciones para que el análisis no nos vuelva a llevar a tomar malas decisiones. Las fallas en los pronósticos representaron alrededor de 8 puntos del PBI en promedio, aproximadamente unos 10.000 millones de dólares.
En la Argentina el crecimiento del primer trimestre fue muy satisfactorio. Si pensamos encerradamente en el primer mes del segundo trimestre de 2004, que comenzó desacelerando el ritmo de crecimiento, aún no parece sensato asumir una actitud alarmista como la que ha comenzado a expresarse por allí.
Es oportuno analizar el perfil ideológico y el influjo de las opiniones acerca de cómo evolucionará en el futuro la economía argentina para sacar conclusiones equilibradas a la hora de tomar decisiones. Muchas de las frecuencias que emiten ruidos acerca del aumento del gasto en jubilaciones mínimas y salarios públicos, antaño morigeraban su censura profesional cuando gobiernos inconsistentes con su corriente de pensamiento, emitían dinero o colocaban bonos para seguir la fiesta, pateando para adelante las reformas que ellos mismos proponían. Aunque los niveles de actividad se estén desacelerando y las circunstancias internacionales puedan desmejorar, si la renegociación de la deuda externa prospera, la relación con el FMI mejorará y las inversiones que aún no llegaron, a su tiempo arribarán. Sea entonces esta, una visión optimista que se le contraponga a la crítica inflexible y a los presagios tenebrosos de quienes exacerban las malas noticias.

martes, 1 de junio de 2004

Fallaron los pronósticos agoreros

Ambito Financiero 01/06/2004
La vigorosa recuperación de la economía Argentina en los últimos cuatro trimestres fue consecuencia de la implementación de políticas absolutamente opuestas a las recomendadas rutinariamente en la receta estándar del FMI. Es cierto que en aquel tiempo el contexto internacional fue muy favorable y en el presente luce más incierto. La desaceleración mes contra mes de la actividad industrial en Abril, sumado a la sobre actuación de los mercados que ya descontaron una eventual suba de tasas de los FED Funds, nos lleva a preguntarnos si estos datos inversos pueden corregir los pronósticos en forma abrupta.
Como suele suceder en cualquier mercado individual que se analice, a un ciclo de suba sostenida de un commodity, le sucede una lógica recomposición de precios, pero esto pocos lo mencionan, probablemente esta visión vende menos que una quimera que establece incertidumbre y preocupación.
Un año atrás, cuando estrenamos presidente, muchas voces aparecían afligidas por un eventual retroceso del PBI, teniendo en cuenta que Kirchner encarnaba un enfoque populista, pudiendo degenerar su gestión eventualmente en un descontrol fiscal y monetario con un tercer estallido hiper inflacionario y un dólar a 10, 15 o 20 pesos. Cuando uno mira las predicciones pre electorales sombrías del PBI (que finalmente creciera 8,7% anual en 2003), repasando notas puede descubrir que por entonces se enunciaban tasas máximas de crecimiento de 2% si ganaba un presidente “pro mercado”, y una caída de 2% si vencía un candidato populista. Que bueno que eso no sucedió, aunque debemos tomar nota de las incorrecciones para que el análisis no nos vuelva a llevar a tomar malas decisiones. Las fallas en los pronósticos representaron alrededor de 8 puntos del PBI en promedio, aproximadamente unos 10.000 millones de dólares.
Con respecto a nuestros vecinos, se decía el año pasado: Lula es el paradigma de la sensatez y el líder en quien debería proyectarse Kirchner para hacer una política económica sustentable. En estos días aparecen los otrora sponsors de Lula, señalando las vulnerabilidades de Brasil y los eventuales agravantes de un contexto externo adverso que lo ha vuelto política y económicamente inestable. Destacado por su ortodoxia económica, parece que Lula comienza a quedarse solo. Frente a un sinnúmero de reclamos sociales la caída de su popularidad se aceleró de manera alarmante en un plazo muy corto de tiempo.
En la Argentina la cifra de crecimiento del primer trimestre fue muy satisfactoria. Si pensamos encerradamente en el primer mes del segundo trimestre de 2004, que comenzó desacelerando el ritmo de crecimiento, aún no parece sensato asumir una actitud alarmista como la que ha comenzado a expresarse por allí. No parece inconsecuente que los índices de confianza del consumidor y la popularidad del presidente Kirchner disminuyeran, luego que en Marzo comenzaron a agitarse fantasmas sobre la reestructuración de la deuda, la crisis energética y la inseguridad. Es evidente que existe un alto grado de correlación entre los pronósticos económicos agoreros y las posiciones escépticas al enfoque político del gobierno.
Será entonces oportuno también, analizar el perfil ideológico y el influjo de las opiniones acerca de cómo evolucionará en el futuro la economía argentina para sacar conclusiones equilibradas cuando alguien toma decisiones. Muchas de las frecuencias que emiten ruidos acerca del aumento del gasto en jubilaciones mínimas y salarios públicos, antaño morigeraban su censura profesional cuando gobiernos inconsistentes con su corriente de pensamiento, emitían dinero o colocaban bonos para seguir la fiesta, pateando para adelante las reformas que ellos mismos proponían.
Acaso los niveles de actividad se estén desacelerando y las circunstancias internacionales puedan desmejorar en la coyuntura, pero si la renegociación de la deuda externa prospera, la relación con el FMI mejorará y las inversiones que aún no llegaron, a su tiempo arribarán. Sea entonces esta, una visión optimista que se le contraponga a la crítica inflexible y a los presagios tenebrosos de quienes exacerban las malas noticias.